Dónde Comer

Sabor a poema – Te extraño, extraño

Es un lugar que, desde su nombre, llama muchísimo la atención por contener tanto romance. Se ubica dentro de Lagalá 56:426, en donde podemos toparnos con Imox, una boutique con prendas presentadas exclusivamente por diseñadores mexicanos, una galería de arte y por último, un restaurante sumamente acogedor: Te extraño, extraño; inspirado en Café de Flore en París.

Después de haber tenido una experiencia personal, Carolina Leyva tuvo un encuentro consigo misma, algo que busca propiciar en los demás. Es por esto que en el restaurante se genera un momento pausado y tranquilo que brinda la oportunidad de vivir ese encuentro contigo o también, la oportunidad de conocer a alguien de manera íntima y cercana. Quiere fomentar la apertura a esa interacción profunda entre las personas, un acercamiento verdadero. Los colores del lugar son de gran ayuda para esto, pues dan la sensación de paz, comodidad, invitan a la introspección y a el redescubrimiento.

Además, el gusto de Carolina por el arte la impulsa a crear un sitio con un concepto que no existía en Mérida, un ambiente artístico, intelectual y romántico; pues no solamente se da la pauta para la sensibilidad con uno mismo, sino que también con el arte. Es por esto que se encuentran la galería y la boutique en el mismo lugar.

Desde la entrada el restaurante es muy especial. Todos te reciben con una sonrisa y un afectuoso saludo. Algo que me llamó mucho la atención fue el nombre de los platillos. Se escogieron con ayuda de comensales que compartieron las sensaciones que les producían al probarlos, por ejemplo, “sorpresa”, “el sueño más bonito”, entre muchos otros que pretenden tener ese tinte romántico y poético o la intención de traer de nuevo al léxico palabras que habían quedado en el olvido. Lo mejor es el sentido que cobran los nombres cuando pruebas los platillos y la reflexión que se produce en tu mente sin que siquiera te des cuenta.

Chilaquiles divorciados y brioche

Otro de los detalles que me pareció encantador fue que todos los platos contienen una frase de manera que, al finalizar tu comida, puedes descubrir el mensaje oculto. Realmente es una serendipia. Y, por si todo esto no fuera suficiente para despertar tu sensibilidad, al recibir la cuenta aún tienes la oportunidad de hacerla abrir los ojos, ya que es entregada dentro de un libro de poesía.

Los platillos son preparados de manera que conservan toda la pureza de los ingredientes, siempre locales y de acuerdo con la temporada. La idea es que se encuentren en su forma más real, original y pura para realizar una cocina consciente, en la cual se pueda identificar el sabor de cada elemento dentro de los platillos. Se seleccionaron a dos chefs que pudieran desempeñar esta importante labor, Joaquín Cardoso y Sofía Cortina, quienes tienen una extensa experiencia y se enfocan en la cocina clásica. Puedes probar diversidad de platillos, desde huevos estrellados o chilaquiles para el desayuno, hasta pulpo sellado a la plancha para el almuerzo.

Quise darte al final, uno de los datos más importantes y curiosos del lugar: el nombre es tan poético y romántico como suena, pues se dirige hacia uno mismo, busca despertar tu lado sensible, tu encuentro personal, pretende que regreses al origen de las cosas. Por eso, en su imagen, te encuentras rostros que representan de manera gráfica cómo es encontrarse con uno mismo, inspirados en las obras de Picasso.

Ojalá que puedas mirarte a los ojos y decirte “Te extraño, extraño”.

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